Resumen
A lo largo del límite centro-occidental entre la Cuenca Mesozoica del Centro de México y la plataforma carbonatada Valles-San Luis Potosí existen variaciones notables en la intensidad y estilo de plegamiento laramídico (Cretácico tardío-Terciario temprano). Estas variaciones se atribuyen a: 1) cambios marcados, intere intra-formacionales, en litología y espesor de los estratos y 2) al contraste entre el espesor total de las secuencias sedimentarias cretácicas, acumuladas en la cuenca y la plataforma carbonatada. En los sitios donde sólo existen turbiditas calcáreas de cuenca, con estratificación delgada y ligeramente arcillosas, se formaron estructuras cerradas, con ancho de pliegue del orden de metros a decámetros y ligeramente recostadas hacia el NE. En otros lugares, en donde hay bancos de brechas sedimentarias de deslizamiento formadas por clastos provenientes del borde de la plataforma, intercalados con las turbiditas de cuenca, el plegamiento es disharmónico. Los bancos calcáreos controlaron la formación de las mesoestructuras, con ancho de pliegue del orden de cientos de metros. Los pliegues de segundo orden, con anchos de pliegue del orden de metros, se formaron preferentemente en las calizas arcillosas con estratificación delgada.
Los bancos calcáreos en el interior de la plataforma, en donde existieron arrecifes aislados, formaron pliegues abiertos (ancho de pliegue del orden de kilómetros), casi simétricos, con planos axiales subverticales. A pesar de que existen cambios significativos en la facies de estas calizas, causados por la presencia local de parches arrecifales, estos no influyeron en el estilo del plegamiento.
La presencia de anhidritas de la Formación Guaxcamá, bajo regiones aisladas del interior de la plataforma carbonatada, también jugó un papel importante en el plegamiento, creando diapiros y/o acumulaciones de anhidrita en los núcleos de algunos pliegues. En la parte central de la Sierra de Guadalcázar este fenómeno causó modificaciones notables en las estructuras y un fracturamiento intenso, llegando las anhidritas en algunos lugares a romper e inyectarse a través de la caliza. Infiltración de agua meteórica y disolución de la anhidrita permitió el desarrollo de karsticidad extraordinaria y la formación de una brecha de colapso extensa. La división de la sierra en varios dominios indica que sus anomalías estructurales, con respecto a la región circundante, se asocian directamente a un área en donde están expuestas las anhidritas y que el emplazamiento del intrusivo terciario subvolcánico del Cerro de San Cristóbal, formado por granito con estaño, no fue el causante, por inyección forzada, de la forma dómica anómala del núcleo de la Sierra de Guadalcázar
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